El Camino de Santiago: ¡sigue las flechas amarillas!

credencial peregrino Camino de Santiago

 

Cada vez que alguien se plantea recorrer por primera vez el Camino de Santiago, y se preocupa por conocer detalles sobre cómo hacerlo, qué preparación necesita, qué ruta seguir, etc., surge una misma duda: ¿Me perderé? ¿Cómo me oriento en el Camino?

Aquellos que ya habéis podido disfrutar de esta experiencia, y que a buen seguro habréis tenido que contestar este tipo de preguntas, tendréis claro que la respuesta tiene una forma y un color muy bien definidos: la flecha amarilla.

Pero ¿de dónde vienen las flechas amarillas que acompañan a los peregrinos en el Camino de Santiago? ¿Siempre estuvieron allí? ¿Qué sabemos de ellas?

¿Quieres saberlo? Pues sigue leyendo y… ¡No te olvides el Pijama!

Embarcarse en un viaje de autodescubrimiento y crecimiento espiritual es el sueño de muchos, y el Camino de Santiago es la peregrinación perfecta para conseguirlo.

Este camino ha sido recorrido por millones de personas a lo largo de los siglos, cada una de ellas buscando algo diferente.

Es una aventura que requiere determinación, paciencia y la voluntad de seguir las flechas amarillas que marcan el Camino.

Cientos de kilómetros a pie, en bicicleta o a caballo por paisajes desconocidos, en muchas ocasiones fuera de su país de origen. Ese es el reto al que se enfrentan miles de peregrinos cada año, cada mes, cada día. Una equivocación en su ruta puede suponer tener que andar unos kilómetros de más, no llegar a tiempo a su alojamiento o cientos de consecuencias peores…

De ahí mi pequeño homenaje a las flechas amarillas del Camino de Santiago, que cuidan de que, sea cual sea la ruta que llevemos, y vayamos con expertos o no, no abandonemos el Camino que debemos seguir. Algo así como el «sigue el camino de baldosas amarillas» de Alicia en el País de las Maravillas, ¿os acordáis?

flecha amarilla Camino de Santiago

Lo cierto es que estas flechas amarillas que nos acompañan en el Camino de Santiago tuvieron un “inventor”: el sacerdote gallego Elías Valiña, quien en los años 80 recorrió el Camino Francés desde los Pirineos en un Citroën GS cargado de botes de pintura amarilla. Y, con la colaboración de diferentes asociaciones de peregrinos, empezó a pintar estas flechas y, de este modo, consiguió facilitar la vida a los peregrinos y fomentar el peregrinaje.

Apodado “el cura de O Cebreiro”, D. Elías Valiña es una figura muy importante para el Camino de Santiago tal y como lo conocemos actualmente. Aparte de pintar flechas, este buen hombre dedicó gran parte de su vida a escribir e investigar sobre la ruta jacobea. Sus escritos son una referencia obligada para quienes quieran profundizar en los orígenes del Camino de Santiago. Y claro, con toda esta labor, no es de extrañar que cuente con varias referencias, recuerdos y monumentos, de manera especial en el municipio lucense de O Cebreiro (un pueblo precioso, por cierto, digno de visitar).

Parroquia Cebreiro Lugo
Parroquia de O Cebreiro (Lugo)

Esta iniciativa de D. Elías Valiña sirvió, seguramente, de base para el relanzamiento que ha experimentado el Camino de Santiago en las últimas décadas como itinerario religioso, cultural, deportivo, etc., pero… ¿Cómo se orientaban los peregrinos siglos atrás? ¿Había algo similar?

Pues la respuesta es afirmativa. Se trata de un elemento algo menos vistoso que una flecha amarilla, pero con una gran carga simbólica y artística. Antes de que existieran las flechas amarillas, fue la vieira quien sirvió de punto de referencia y orientación para los peregrinos y, por supuesto, como símbolo del propio Camino de Santiago. Si nos fijamos en los monumentos que encontramos a pie de ruta (iglesias, monasterios, cruceiros…), con frecuencia veremos una vieira en alguna de sus paredes.

La vieira se utilizaba como símbolo de haber concluido con éxito el Camino y, de hecho, en la Edad Media, estaba prohibida la venta de este molusco fuera de la ciudad de Santiago para evitar que algún “listillo” se otorgase méritos que no le correspondían.

En la actualidad, a lo largo de todos los Caminos a Santiago conviven las flechas amarillas con las vieiras, a veces de una manera muy creativa, y no será fácil que nos perdamos si las buscamos a nuestro alrededor.

Via Podiensis Camino de Santiago
Placa al inicio del Camino de Santiago por la Via Podiensis en Le Puy-en-Velay (Francia)

Resumiendo: eso de “¿me perderé?” no sirve de excusa para disfrutar de la experiencia única de recorrer el Camino de Santiago, esa ruta que, en gran medida, sirvió para dar origen a la Europa actual.

Podemos afirmar que la flecha amarilla del Camino de Santiago sigue ayudando al peregrino a llegar a su destino.

Puedes leer más sobre el Camino de Santiago pulsando aquí. Espero que te haya gustado este post y, por supuesto, ¡espero tus ideas y comentarios!

¡Hasta pronto!

Camino de Santiago Via Podiensis

¡Buen Camino!

COMPARTE EN:

Twitter
Telegram
WhatsApp

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *