
Si eres amante de la naturaleza, los buenos paisajes y, ya puestos a pedir, de la bicicleta, no puedes dejar de visitar Keukenhof, también conocido como el Jardín de Europa, en Lisse (Países Bajos). Es famoso por sus hermosas flores y jardines de ensueño, especialmente por sus tulipanes. Algo realmente impresionante.
Cada año, durante aproximadamente ocho semanas, Keukenhof abre sus puertas al público para mostrar su belleza. Durante este tiempo, millones de tulipanes, narcisos, jacintos, lirios y otras flores se encuentran en plena floración y crean un paisaje único e irrepetible.
Keukenhof en cifras
Si eres de los que no puede evitar, cuando visitas un lugar, quedarte con todas las cifras y las estadísticas del sitio en cuestión, quédate con estas: más de 7 millones de flores de 800 variedades diferentes plantadas en una superficie de 32 hectáreas.
No está mal, ¿verdad?
Quédate también con que el jardín cuenta con más de 15 km de senderos para caminar, así como con varios restaurantes, tiendas de regalos y áreas de picnic.
Es uno de los destinos turísticos más importantes de los Países Bajos y contribuye significativamente a la economía local. Genera aproximadamente 250 millones de euros en ingresos anuales. Toda una fuente de ingresos procedente de los enamorados de las flores y, en concreto, de los tulipanes.
¿Y de dónde viene toda esta locura por los tulipanes?
La historia de Keukenhof se remonta al siglo XV, cuando el castillo de Keukenhof fue construido en el siglo XV. El castillo estaba rodeado de un gran jardín que se utilizaba para cultivar hierbas y verduras para el castillo.
En el siglo XIX, el jardín se convirtió en una finca de caza, y en 1949, un grupo de cultivadores de tulipanes y exportadores decidieron crear un parque de flores para mostrar sus productos. Así nació Keukenhof, que en su primer año atrajo a más de 200.000 visitantes.
Desde entonces, Keukenhof ha sido un destino popular para amantes de las flores procedentes de todo el mundo. El parque se ha ampliado y mejorado en varias ocasiones, y se ha convertido en un lugar ideal para pasar un día relajante en medio de la naturaleza y descubrir la variedad de colores y olores que se pueden encontrar en los jardines.
Keukenhof también ha acogido a muchos visitantes ilustres a lo largo de los años, incluidos los miembros de la realeza neerlandesa, celebridades y líderes mundiales. En 2014, el parque recibió la visita de los Reyes de los Países Bajos, quienes celebraron su aniversario de bodas en Keukenhof.
Además de los jardines, Keukenhof cuenta con más atracciones para visitar, como el Molino de Viento, el Pabellón de las Orquídeas y el de los Lirios. En estas zonas los visitantes pueden disfrutar de exposiciones impresionantes de las flores y plantas más hermosas y exóticas.

Tulipanes: una historia de crisis
La historia de una inocente flor como el tulipán ha venido marcada por diferentes crisis a lo largo de la Historia.
Ya en el siglo XVII, los Países Bajos vivieron lo que se conoció como tulipomanía, un período de especulación desenfrenada en el que los precios de los bulbos de tulipán alcanzaron niveles extremadamente altos y luego colapsaron en una burbuja financiera.
Así, por ejemplo, se vendió un solo bulbo de la variedad Viceroy por 3.000 florines, que era el salario anual de un artesano en esa época. Después de la subasta los precios colapsaron y muchos de los compradores perdieron todo su dinero.
Muchos años más tarde, en los años 80 (siglo XX), se desencadenó otra crisis del tulipán cuando los precios de los bulbos de tulipán alcanzaron niveles exorbitantes debido a la especulación en el mercado. Muchas personas invirtieron grandes sumas de dinero en bulbos de tulipán, esperando obtener grandes beneficios. Sin embargo, la burbuja especulativa finalmente explotó y los precios de los bulbos cayeron drásticamente.
Esta crisis afectó de lleno a Keukenhof, pues dejó a muchos cultivadores de tulipanes en bancarrota y la industria tulipanera en los Países Bajos sufrió graves consecuencias. Keukenhof no escapó de los efectos de la crisis y tuvo que hacer frente a una disminución significativa en el número de visitantes.
Sin embargo, el equipo de Keukenhof no se rindió y trabajó duro para superar la crisis. En lugar de centrarse exclusivamente en los tulipanes, el parque se expandió para incluir una amplia variedad de flores y plantas, lo que lo convirtió en un destino atractivo para los amantes de la jardinería en general. Además, se tomaron medidas para promocionar el parque a nivel internacional, lo que ayudó a atraer a visitantes de todo el mundo.
Tulipanes y bicicleta, ¿algo más holandés?
Si estás en una forma razonable (tampoco hay que ser deportista profesional) y estás buscando una experiencia genuinamente holandesa, puedes visitar Keukenhof en bicicleta y recorrer los caminos rodeados de flores y paisajes idílicos.
De hecho, en nuestro caso, Keukenhof fue una de las paradas de un viaje en bicicleta por Holanda. Pero eso es otra historia, que ya te contaré…
Si prefieres una experiencia más tranquila, puedes optar por un paseo en barco por los canales de la zona.
La imagen de Keukenhof y sus alrededores (que también están plagados de tulipanes y flores diversas) a lomos de una bicicleta es algo sensacional y tremendamente holandés. Así, no te extrañará que mucha gente hable de Keukenhof como uno de los jardines más bonitos del mundo.
Keukenhof sigue siendo un testimonio del amor y la dedicación de los cultivadores de tulipanes y otros amantes de las flores que han trabajado duro para crear y mantener este impresionante parque.

Con qué combinar una visita a Keukenhof
Holanda es un país pequeño y eso hace más fácil el turismo. Además, es sumamente llano, punto positivo para quienes se animan a viajar en bicicleta.
Si no sabes dónde ubicar una visita a Keukenhof en tu ruta por los Países Bajos, te propongo realizarla desde la ciudad de Ámsterdam. La capital holandesa está a solo 30 kilómetros de Keukenhof, lo que convierte a estos jardines en una opción perfecta para una excursión de un día.
Imagínate caminando por un mundo de colores vivos y exuberantes, con miles de tulipanes, jacintos y narcisos que se unen para crear un espectáculo impresionante.
Los jardines de Keukenhof son el fruto del trabajo de los mejores diseñadores y jardineros del mundo, y te sorprenderán con su belleza. Además, cada año se presentan nuevas exhibiciones temáticas que añaden aún más emoción y asombro a tu visita.
¿Te animas a visitar Keukenhof?
Pues… ¡no te olvides el pijama!
¡Nos vemos en el próximo post!
