
Tengo que reconocerlo: siempre me han gustado las montañas y, además, lo mío con los Alpes viene de lejos. Ya de pequeño, cuando iba al colegio, recuerdo aquello que contaban en clase de Historia de que, hace más de dos mil años, “Aníbal cruzó los Alpes con un ejército de miles de hombres y caballos y, además, elefantes”. ¡Elefantes! Se me quedó grabado aquello.
Y las clases de Geografía no hicieron sino desarrollar aún más ese interés. Los mapas físicos de Europa venían marcados por una masa de montañas “de color marrón, de las altas” que, junto con las fotos de los libros de texto (no, señoras y señores, ¡entonces no había Internet!), me hacían soñar con viajes y travesías, con elefantes y sin ellos.
Pasaron los años y llegaron esos viajes. Y sigo fascinado por esa cadena montañosa en la que se mezclan tantas lenguas, tantas culturas, tantos paisajes, tantos países… Total, que no he dejado de viajar por allí (y espero no dejar de hacerlo).
Hablar de los Alpes es hablar de un territorio tan amplio y tan diverso que sería ridículo pensar que es suficiente un post. Ni un blog entero. Pero mi intención en este post es mostrar una idea general de los Alpes, despertar (o alimentar) vuestra curiosidad sobre estas regiones, países y montañas. Y atentos a Instagram, porque cuento con vosotros para ir “haciendo zoom” donde más os guste.
¿Te apetece un recorrido por los Alpes? Pues sigue leyendo y… ¡No te Olvides el Pijama!

Si os gusta viajar en avión y habéis tenido la oportunidad de hacer un vuelo que cruce Europa, posiblemente os hayáis encontrado (o volado sobre) un conjunto increíblemente compacto de montañas, algunas de ellas con nieve en sus picos durante casi todo el año que, según la ruta de vuestro vuelo, os habrán acompañado durante muchos minutos. Es un escenario fascinante.
Pero quienes me conocen bien saben que, en general, soy más de coche que de avión. Así que creo que hay algo más bonito todavía: recorrer los Alpes por tierra. Ya sea en coche, moto o incluso tren, ir moviéndose por ese sinfín de picos y valles alpinos, con tiempo, sin prisas, es una experiencia inigualable. Y esta cordillera contiene una buena parte de las rutas panorámicas europeas, paraíso de los amantes de los coches, las motos, las bicis… Hablaremos de algunas de ellas, ¡espero que os gusten tanto como a mí!

Y por supuesto, los amantes de los deportes montaña tendrán en los Alpes su paraíso particular. Un buen número de “cuatromiles”, muchos “tres miles” y cientos de rutas de senderismo, de cicloturismo y kilómetros de vías ferratas les esperan.
¿No eres amante de los deportes, eres más de ciudad que de campo y además no viajas en coche? Ningún problema. El hecho de que haya al menos siete países europeos que tienen parte o todo su territorio dentro de esta cordillera es muestra de la diversidad cultural e histórica de la región. A los pies de los Alpes se han fundado ciudades tan interesantes y singulares como Berna, Milán, Ginebra, Salzburgo, Múnich o Turín, con una imponente oferta cultural y muy bien conectadas por avión o tren.

Poco a poco, post a post, iremos conociendo algunos de los muchísimos rincones interesantes de los Alpes, y adentrándonos en esos paisajes físicos y culturales que contiene este territorio. Visitaremos montañas, valles, lagos y ciudades. Tanto los animales salvajes como las muchas, muchas vaquitas que nos encontraremos serán testigos de nuestro viaje y compañeros de ruta. Y para reponer fuerzas nos alojaremos en hoteles que también sean interesantes. E incluso podremos hacer una visita a personajes como nuestra querida Heidi, Guillermo Tell o el famoso Rey Loco (Luis II de Baviera).
¿Quieres conocer más sobre los Alpes? ¡Pronto llegarán nuevos posts! Mientras tanto, no te pierdas las publicaciones de Instagram y… ¡No te Olvides el Pijama!
